El Manchester United dejó anoche tirado a Ander Herrera, al que había prometido pagar sus 36 millones de su cláusula de rescisión, paso que finalmente no dió pese al compromiso adquirido con el jugador y a que incluso tres emisarios se personaron en la sede de la Liga Profesional en nombre del United.
La inesperada marcha atrás de los ingleses deja en una delicada situación al jugador ante la opinión pública rojiblanca. Josu Urrutia desveló la existencia de la oferta británica, que solo pudo llegar con el consentimiento del mediopunta. Éste no ha presionado por irse. De hecho, llegó a indicar al club que aceptaría quedarse si el United no llegaba a la cláusula, pero la impresión que queda es que no se ha marchado por un pelo.
Julen nunca hizo caso a ofertas que no fueran del Athletic. Imágen del último encuentro en el antiguo San Mamés. |
No se conoce un caso igual de un club que haya llegado tan lejos en una operación para finalmente descartarla. La sensación es que el futbolista rojiblanco ha sido utilizado por los británicos para abaratar el fichaje de Fellaini, del Everton, a quien contrataron a última hora de la noche.
Herrera había aceptado la oferta del Manchester.
Herrera tenía un acuerdo con los de Old Trafford, tal y como indicó al Athletic. Eran 5 años de contrato a cambio de 4 millones de euros por campaña. Los ingleses ofrecieron el jueves 30 millones a Ibaigane, a pagar en cuatro plazos. Urrutia rechazó la propuesta. No dio su brazo a torcer y se plantó en los 36 millones de cláusula. El jugador, finalmente, alcanzó un trato con los ingleses. Decidió colaborar en la operación rebajando una parte de su ficha, hasta los 3 millones, aunque a cambio lograba una promesa de mayores ingresos por incentivos.
Pasadas las siete y media de la tarde, tres abogados de un bufete bilbaíno se presentaron en la sede de la Liga de Fútbol Profesional en Madrid. Representaban a Herrera y se suponía que llevaban el dinero del Manchester. Se trata de un despacho de prestigio, situado muy cerca de Ibaigane, y especializado, entre otras cuestiones, en arbitraje y fiscalidad internacional y derecho deportivo. Fue llamativo que el jugador eludiera presentarse.
Los representantes se van sin pagar.
Una hora después abandonaron la sede de la LFP. La incertidumbre rodeó el caso. Explicaron a personas cercanas que solo era un problema de apoderamiento, que debía quedar acreditado quién efectuaba el pago y en nombre de quién. No era un asunto baladí. Si pagaba el jugador, la Hacienda vizcaína le podía exigir el IRPF de la operación, lo que obligaría a Herrera a hacer frente al 45% marginal. La operación se iría así a 63,6 millones. Sin embargo, si era el United el que ponía el dinero no había ni impuestos ni IVA. Todo era una escusa. El caso es que no colocaron el cheque.
La situación provocó hasta su punto humorístico. ';The Guardian'; explicó que esperaron en un bar de las cercanías mientras tomaban «una pinta relajante». ¿A qué aguardaban? Al dinero o al consentimiento del United para cerrar la operación. Mientras mataban el rato, el United cerró en Inglaterra un trato con Fellaini, del Everton, por 26 millones de euros. Y, de repente, los ingleses cambiaron.
Marouane Fellaini, jugador Belga que ha fichado finalmente el United del Everton en su presentación |